Estamos acostumbrados a que el agua sea parte de los ingredientes presentes en una fórmula cosmética; pues bien, en esta ocasión hablaremos del agua como activo; nos referimos a las aguas termales, un elemento natural del que se han descubierto y aprovechado sus beneficios, dando el salto de los populares baños termales a la cosmética.

A diferencia del agua purificada, las aguas termales confieren beneficios específicos a la piel por sus propiedades, lo que les ha valido el nombre de ‘aguas activas’: Ricas en minerales, destacan por calmar a la piel, reducir la inflamación, hidratar e incluso estimular su regeneración.

Las aguas termales se han popularizado en la cosmética, sobre todo en los últimos años, su aplicación está indicada tanto para uso en cabina como en la rutina facial en casa.

En el sector profesional encontramos el Agua Thermal de Therapy & Essence Laboratorios, que fusiona tres distintas aguas activas termales de origen francés, y que poseen minerales, prebióticos y posbióticos; además de los beneficios que hemos mencionado: fortalece la barrera cutánea, protege a la piel de los radicales libres y contra el estrés oxidativo, y le otorga protección contra la contaminación y la polución.

Puede aplicarse después de la limpieza facial, como aplicaríamos un tónico o loción, y se puede reaplicar durante el día, las veces que se desee; por sus beneficios y fresca textura, es ideal para todo tipo de pieles y más aún si son sensibles.