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Ejercicio Físico: antes, durante y después del Embarazo

El cuerpo humano es una máquina sabia y maravillosa, capaz de llevar a cabo procesos que le permiten desarrollarse, crecer, defenderse, sobrevivir y multiplicarse. Uno de esos procesos es el de gestación o embarazo. Por su naturaleza, es un proceso invasivo al cuerpo de la mujer, por lo que tiene grandes efectos y cambios, desde el momento de la concepción y hasta después del parto. 

Queremos recalcar que es imperativa e insustituible la atención y seguimiento médicos, dado que cada caso es diferente. En líneas generales, hay recomendaciones que benefician a la nueva mamá y su bebé. Por ejemplo, la realización de actividad física, siempre y cuando esté indicada por el médico: cuál, cuánto, y con qué frecuencia e intensidad.

Se ha reportado que la tasa de inactividad en mujeres embarazadas oscila entre el 64.5% y el 91.5%, incrementándose en su tercer trimestre.

Sin embargo, estudios al respecto establecen que el ejercicio puede efectuarse de forma segura y que, además de evitar el ganar peso excesivamente, actúa previniendo la hipertensión arterial y la diabetes gestacional, sumado a que, dentro de los cambios anatómicos y físicos está el crecimiento del útero, lo que causa un cambio en el centro de gravedad y un aumento progresivo de la hiperlordosis lumbar, y la rotación de la pelvis respecto del fémur. En cuanto al bebé, disminuye el riesgo de que un peso elevado lleve a un parto distócico.

Se ha observado que el ejercicio acuático es el más conveniente dado que, al actuar de manera opuesta la fuerza de gravedad y la ascensional de la flotación, resulta en una disminución del peso total, lo que evita sobrecarga en las articulaciones y facilita el movimiento. Dentro del agua se disminuye la demanda de oxígeno y es muy útil para trabajar la respiración consciente y controlada, lo que será muy benéfico durante la labor de parto.

Se ha observado que el ejercicio acuático es el más conveniente dado que, al actuar de manera opuesta la fuerza de gravedad y la ascensional de la flotación, resulta en una disminución del peso total, lo que evita sobrecarga en las articulaciones y facilita el movimiento. Dentro del agua se disminuye la demanda de oxígeno y es muy útil para trabajar la respiración consciente y controlada, lo que será muy benéfico durante la labor de parto.

El realizar actividad física se ha vinculado con la reducción de cesáreas, logrando partos más naturales, no instrumentados y menos dolorosos, puesto que se fortalece la musculatura implicada, se trabaja la movilidad pélvica para una mayor flexibilidad de los ligamentos, y se gana mayor diámetro de apertura del cuello uterino. El dolor disminuye gracias a la constante segregación de endorfinas en personas acostumbradas al entrenamiento y el esfuerzo.

Con el ejercicio, la recuperación posparto es más rápida y llevadera para la mujer, lo mismo que ocurre luego de cualquier intervención quirúrgica en un cuerpo sano y ejercitado. En cuanto al bebé, se ha demostrado no sólo que el peso es más adecuado al nacer, sino que, con el tiempo, son niños más activos y con mejor psicomotricidad. 

El ejercicio puede realizarse también en tierra, como caminar, correr, ejercicios aeróbicos, yoga y andar en bicicleta, entre otros. Sin embargo, en el agua los ejercicios pélvicos se realizan de mejor manera y con menor riesgo, ayudando a mejorar la circulación, el drenaje linfático y a reducir los edemas.

Sin duda, el embarazo acarrea múltiples cambios y adaptaciones. Por el lado de la aparatología estética, una vez que se consulte con el ginecólogo, se puede apoyar de manera previa con presoterapia, que ayudará a la circulación sanguínea y linfática, preparando al cuerpo para afrontar el periodo siguiente, que es: la recuperación de los tejidos y el tono muscular en el posparto; y todo esto será mucho más rápido y eficaz en un cuerpo acostumbrado al ejercicio.

Cropped image of sporty pregnant woman with yoga mat

Fuente:

Aguilar Cordero, M. J., Sánchez López, A. M., Rodríguez Blanque, R., Noack Segovia, J. P., Pozo Cano, M. D., López-Contreras, G., & Mur Villar, N.. (2014). Actividad física en embarazadas y su influencia en parámetros materno-fetales: revisión sistemática. Nutrición Hospitalaria, 30(4), 719-726. https://dx.doi.org/10.3305/nh.2014.30.4.7679