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“FHLDGS” Fibrohidrolipodistrofia geloide subcutánea…, mejor conocida como celulitis

Existen muchos nombres para lo que comúnmente conocemos como celulitis  (término empleado desde 1920)  refiriéndose a que, etimológicamente, la palabra significa  inflamación celular. Este término es usado cuando queremos definir la alteración o trastorno local del metabolismo del tejido subcutáneo que afecta a la mayoría de las mujeres e incluso, en algunos casos, a hombres, ocasionando modificaciones morfológicas, histoquímicas y bioquímicas del tejido.

Algunos de los nombres científicos: paniculopatía,  paniculopatía fibroedematosa esclerosante (PEFE), hidrolipodistrofia segmentaria o localizada (HLD), lipoesclerosis nodular, lipodistrofia ginoide; de manera común se le llama “piel de naranja”, debido a su aspecto que, efectivamente, parece indicar una inflamación del tejido celular subcutáneo (grasa); sin embargo, no es así. Lo que en realidad sucede es que se genera una atrofia en el tejido dérmico y en el tejido adiposo, dando pie a una mayor retención de líquido, toxinas y grasas en el espacio intersticial, lo que afecta a la circulación sanguínea y que  degenera a las fibras de colágeno del tejido conectivo.

En el proceso de formación de la celulitis, se dan alteraciones en la dermis, donde comienza a haber  mala circulación porque se afecta el sistema circulatorio vascular y el sistema linfático. Esto conlleva a que se produzca un edema en el tejido conjuntivo subcutáneo y que el tejido adiposo se vaya modificando, provocando un mal funcionamiento del drenaje linfático que dará como consecuencia el acumulo de toxinas y desechos celulares que el organismo no reconoce. Posteriormente, se produce una polimerización de los mucopolisacáridos, es decir, los componentes fundamentales de la dermis e hipodermis, como lo son las proteínas conjugadas, mejor conocidas como ácido hialurónico y condroitín sulfato,  sustancias higroscópicas complejas que responden a las variaciones hormonales. Debido a la polimerización, el intercambio de los adipocitos se dificultará debido a que el líquido seroso se volverá progresivamente más denso y de consistencia gelatinosa.

La celulitis entonces es: la polimerización de los mucopolisacáridos

Entre las teorías que existen sobre el proceso de formación de la celulitis, hay una en particular que puede explicar mejor dicho proceso.

“Todas las sustancias coloidales tienden hacia la floculación” (Teoría de Marinesco).

Para empezar, explicaré lo que es una sustancia coloidal o coloide: cuando la materia  se encuentra en estado coloidal, significa que es la condición que tiene una mezcla cuando uno de sus elementos en estado sólido se encuentra disperso en otro que se halla en estado líquido o gaseoso; de forma simplificada, podría decirse que son sustancias pegajosas, sustancias gelatinosas.

Marinesco, fue un científico que hablaba sobre la floculación (gelatinización), es decir, trastorno que se da por el cambio de pH, de concentración o de temperatura; dichos cambios se dan cuando comienza a formarse la celulitis. 

Cuando se da un cambio de concentración, temperatura o pH, los coloides tienden a flocular.

La celulitis es una disfunción evolutiva, que no se sabe exactamente qué es lo que la causa u origina; en el caso de las mujeres se relaciona con los cambios hormonales.

Pues bien, ahora que sabemos que la polimerización de los mucopolisacáridos es la celulitis, ¿cómo debemos combatirla?

Tal vez te suene a chiste saber que para combatir la celulitis lo más lógico es utilizar un “despolimerizador de mucopolisacáridos”… pues lo ideal es buscar productos que contengan la enzima mucopolisacaridasa, por la cual el tejido conectivo recobra su fluidez y permeabilidad, y se favorece la eliminación de toxinas. Es importante seguir una dieta equilibrada, ejercicio e ingesta adecuada de líquidos al día, hacer uso de productos que trabajen a nivel circulatorio, sobre todo en la microcirculación, lipolíticos, y que regeneren el tejido conectivo, capaces de estimular al fibroblasto para incrementar la síntesis de colágeno, elastina y reticulina, así como realizar masajes de drenaje linfático principalmente, alternando con aparatología si es que se cuenta con ella.