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Permeable e Impermeable

E.C.C. Minerva Dávila Santos

Directora de Lumine

¿Saben qué pasa realmente en la piel cuando le aplican cosméticos con diferentes ingredientes activos?

Por muchos años, durante mi aprendizaje de cosmetología, busqué aprender todo sobre la anatomía de la piel, su funcionamiento y su cuidado; me interesaba saber más acerca de los diversos tratamientos y alternativas, para poder tener los mejores protocolos que me ayudaran a brindar resultados efectivos en el menor tiempo posible.

Como profesionales no debemos ser ajenas a la palabra «dermófilo» —de dermo (piel) y filo (afín)—, casi que por ley debería incluirse en nuestro vocabulario; entiéndase por ella: un producto o sustancia afín a la piel, lo cual significa que, al aplicar productos dermófilos, los riesgos de provocar alergias o reacciones negativas se minimizan.

Confieso que, en mis inicios, cuando pensaba en cómo la piel absorbía un ingrediente activo, me imaginaba que sería algo así como —en un sentido figurado— una coladera, que lo que yo le aplicara, de manera inmediata, iba a penetrar… sí, así de burdo mi ejemplo y de grande mi ignorancia. Así mismo, en la actualidad, de repente escucho a colegas decir que la piel ya absorbió tal o cual producto, cuando la realidad es que ni siquiera existe la remota posibilidad de que eso suceda, y por muchas razones; como ejemplo les mencionaré uno de los activos más utilizados y más vendidos: el ácido hialurónico —de alto peso molecular— es una proteína compleja que forma parte de la piel, pero que al ser una sustancia higroscópica (capaz de retener humedad hasta mil veces su propio peso y volumen) no la penetra. Sin embargo, se le promueve como el hidratante de máxima duración, el mejor y más.

¿Han visto cómo se hidrata la grenetina, el polvo con que se prepara una gelatina? Pues ahí tienen el ejemplo más claro de cómo es el ácido hialurónico de alto peso molecular, razón por la cual la piel no lo absorbe, sino que se queda en su superficie, creando una película (film) o una red que sella la humedad que ya existe en ella, evitando que se evapore fácilmente.

En este momento, existe en el mercado ácido hialurónico de bajo peso molecular que nos aseguran que, ¡sí penetra!… A lo que quiero llegar es: la piel es un órgano diseñado para protegernos y su principal función, entre las tantas que tiene, es la de ser una barrera impermeable, la capa córnea de la epidermis, formada de queratina, convertida en una escama impenetrable que nos protege del exterior.

Anatómicamente, la barrera de la piel está formada por tres tipos de estructuras:

  1. El manto lipídico, que se encuentra en la superficie sobre la capa córnea.
  2. La capa córnea, de gran importancia por cómo se encuentra estratificada, por su gran contenido en lípidos, en queratina y su baja tasa de hidratación.
  3. La capa espinosa, que posee permeabilidad selectiva.

La vía de penetración más importante se encuentra a nivel del folículo pilosebáceo. Las sustancias entran por el infundíbulo folicular, alcanzan el conducto sebáceo, llegan a la glándula sebácea y, a través de ella, a la dermis, eludiendo a la epidermis.

Las sustancias que tienen mayor posibilidad de penetración son las liposolubles.

PERMEABILIDAD SELECTIVA

La piel es selectivamente permeable; es literal, ella decide qué entra y qué no; es relativamente permeable a sustancias que son miscibles —solubles— en lípidos, como vitaminas, hormonas esteroideas y, posiblemente, algunas proteínas, pues depende de si tienen moléculas de gran tamaño o de escasa liposolubilidad.

El grado de penetración de un cosmético dependerá de:

  1. Que tenga función de impermeabilidad de las capas epicutáneas, especialmente la capa córnea.
  2. Según sus características propias y del vehículo que se utilice, y de las maniobras o procedimientos que se hayan escogido para aumentar la penetración.

Muchos cosméticos simplemente tienen acción por contacto, sin que penetren. Por ejemplo: talcos, polvos translúcidos, pomadas protectoras impermeables, productos de limpieza común.

Existen diferentes niveles de permeabilidad cutánea:

Penetración. Así se le llama al fenómeno de profundidad, que existe cuando algunos de los componentes de los cosméticos se introducen en la piel, logrando entrar en contacto con células vivas; se lleva a cabo exclusivamente dentro de los conductos y glándulas, ya que estos orificios comunican a la superficie con las células vivas secretoras y sustancias hidrosolubles; esto es posible, en teoría, en el caso de la glándula sudorípara, sin embargo, la corriente electroosmótica —que impulsa el sudor hacia afuera— hace difícil esta ruta de penetración. La penetración es mayor en zonas más densamente pilosas y es menor en aquellas que carecen de folículos; así entonces se da el contacto con el estrato de Malpighi y el estrato basal (penetración epidérmica) o el contacto con el tejido conectivo y vascular de la dermis (penetración dérmica).

Imbibición Impregnación. Es la primera fase del proceso de permeabilidad: la impregnación de la capa córnea, es decir, cuando se penetran las estructuras epidérmicas más superficiales. Grado máximo de contacto y mínimo de penetración.

Absorción. Es cuando una sustancia pasa a través de la epidermis hacia el torrente sanguíneo o linfático, transportándola a distintos órganos; se intenta obtener el paso de la sustancia desde el estrato córneo hasta el espinoso.

Absorción Percutánea. No es sorprendente que la transferencia de la mayoría de sustancias que se aplican en la piel sea generalmente muy poca y muy lenta, debido principalmente, a la totalidad de la capa córnea. La piel humana es ligeramente permeable al agua, pero relativamente impermeable a los iones en solución acuosa. La finalidad de la absorción percutánea es el paso de un principio activo, desde la superficie de la epidermis hasta llegar a la microcirculación.

La piel no permite el acceso de cualquier sustancia que apliquemos a su superficie porque está diseñada para ser una barrera protectora; si ella identifica alguna sustancia como agente tóxico o nocivo para las células, activará sus mecanismos de defensa en vez de permitirle el acceso, provocando así, desde un enrojecimiento hasta algún tipo de alergia o inflamación.

Algunas de las sustancias que no penetran son las sustancias insolubles, el agua, los electrolitos y no electrolitos hidrosolubles, si recordamos, particularmente, que la membrana celular es lipófila en su exterior —de aquí la afinidad con las sustancias liposolubles—. En otra ocasión hablaré más a detalle de la membrana celular y la importancia de conocer su estructura y funcionamiento.

Podría decir que es fundamental que, como cosmetólogas, entendamos la función de la piel y que conozcamos su estructura fisiológica y bioquímica; de ahí el poder entender más a detalle la mayoría de los procesos y las alteraciones que ella experimenta, y cómo podemos obtener mejores resultados al hacer uso de cosméticos e ingredientes activos que le sean compatibles y siempre de acuerdo a su nivel de permeabilidad.