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Problemáticas en Piernas: Causas, Síntomas y Recomendaciones

En sentido estricto, las piernas abarcan de las rodillas a los tobillos, pero comúnmente se incluyen los muslos y los pies. Los muslos son una zona a la que se le presta especial atención desde el punto de vista estético, debido a que ahí suele desarrollarse la celulitis. También los pies son un área de gran interés médico y estético, ya que con frecuencia pueden presentar hinchazón y enrojecimiento.

Pero en su conjunto, las piernas (muslos, pantorrilla y pies) pueden llegar a presentar diversos problemas que no están relacionados con lesiones. Esto puede suceder debido al ejercicio, el desgaste cotidiano y el uso excesivo de una o ambas extremidades.

La presencia de dolor, debilidad, hinchazón, cambios de temperatura, calambres, entumecimiento o cambios de coloración son signos que alertan de la presencia de una anormalidad en las piernas.

Excederse en una actividad, realizarla de manera repetitiva, o incrementar el ejercicio pueden causar una lesión por exceso, como lo son la tendinitis, bursitis, fracturas por estrés, dolor en espinillas, calambres, fascitis plantar, desgarres y tirones.

De los problemas más comunes están los relacionados con afectaciones a los vasos sanguíneos —como la insuficiencia venosa (várices)— que se caracterizan por edemas, dolor e hinchazón, la enfermedad arterial periférica, la flebitis y la tromboflebitis. Este tipo de problemas afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque en ellas es mucho más frecuente.

La hinchazón de pies y piernas sucede por una deficiente circulación de retorno, lo que normalmente está relacionado con la insuficiencia venosa crónica. Destacan la presencia de retención de líquidos por mala circulación o causas hormonales como el ciclo menstrual, el embarazo y la ingesta de algunas hormonas y anticonceptivos —los cuales también elevan el riesgo de formación de coágulos—, y otros factores, como el pasar demasiado tiempo sentado o parado, climas húmedos o calientes, y la obesidad, pues ejerce presión sobre el abdomen.

La hinchazón suele venir acompañada de dolor al levantarse, sensación de picazón y hormigueo, calambres, pesadez, enrojecimiento de piernas y tobillos, venas varicosas superficiales y úlceras en piernas y tobillos por circulación lenta. Esto también se conoce como síndrome de piernas cansadas.

Esta condición puede verse agravada por factores incontrolables como la edad y la genética, pero mucho dependerá de buenos hábitos alimenticios, no caer en el sedentarismo y evitar las sustancias nocivas como el tabaco, pues todo lo anterior dispara la pesadez y la mala circulación.

Están también los problemas nocturnos, como el síndrome de piernas inquietas, que se caracteriza por sentir la necesidad urgente, intensa e irresistible de mover las piernas; produce sensación de picazón, escozor, hormigueo o de algo que repta o se arrastra por las piernas; normalmente interrumpe el sueño y provoca cansancio al día siguiente. Otro problema son los calambres nocturnos, que suelen ocurrir al estarse quedando dormido o al despertar; se trata de una contracción repentina y dolorosa de los músculos de las pantorrillas, los muslos o los pies.

La particularidad de todos estos trastornos es que, por lo general, no requieren tratamiento médico, sino que, por lo contrario, el cuidado en casa y estético, como el ejercicio y procedimientos en cabina, son suficientes para aliviar los síntomas y ayudar a evitarlos. 

Las recomendaciones generales incluyen: 

• Dieta equilibrada y rica en fibra.

• Beber suficiente agua.

• No fumar.

• Evitar el sobrepeso y la obesidad.

• Usar calzado cómodo con un tacón entre 3 y 4 cm.

• Evitar prendas muy ajustadas.

• Uso de medias de compresión si va a pasarse largo rato de pie o sentado.

• Ejercicio.

• Elevar las piernas al final del día por 2 horas a una altura de 8 a 10 cm sobre el abdomen.

Además de lo anterior, la aplicación de un equipo de presoterapia con regularidad es ideal para mejorar y estimular la circulación sanguínea y linfática, además de brindar una sensación de descanso y relajación.

Fuentes:

• Poyatos, B. (2015). Prevención de la insuficiencia venosa crónica en personal sanitario. Moncada (Valencia): Universidad CEU Cardenal Herrera, Facultad de Ciencias de la Salud.

• https://www.grupogamma.com/habitos-saludables-para-lucir-piernas-sanas-y-en-forma/

• https://www.cigna.com/es-us/individuals-families/health-wellness/hw/temas-de-salud/problemas-en-las-piernas-no-relacionados-con-legpb