El título que enmarca este artículo es una de las frases y deseos más comunes para los que nos preocupamos cuando notamos flacidez o “carnita” de más donde no debería y estamos buscando marcar y definir los músculos. Pero, exactamente, ¿qué es tonificar el cuerpo?
Un cuerpo tonificado es aquel en el que la masa muscular es mayor al porcentaje de grasa corporal, lo cual se logra mediante un proceso que consiste en una primera fase de hipertrofia muscular o volumen, es decir, de aumento de masa muscular, y una segunda fase de reducción de los depósitos de grasa, tanto como sea posible.
La hipertrofia muscular es el proceso mediante el cual el músculo va a regenerar las fibras que se han ido destruyendo durante el entrenamiento, construyendo capas nuevas y dando como resultado el aumento en el tamaño del músculo: se crea volumen.
No se debe confundir la tonificación muscular con la definición muscular, pues no son lo mismo. Mientras que la definición muscular se trata de qué tan marcado y visible es el músculo cuando la grasa subcutánea es tan escasa que permite observar los cortes y fibras musculares, la tonificación se refiere a la dureza y firmeza del músculo en estado de reposo o tensión muscular pasiva. Siempre que se realiza una actividad física se tonifica el músculo; sin embargo, ese músculo puede no ser visible si la cantidad de grasa que lo recubre es demasiada.
Este proceso será un poco diferente entre una persona delgada y una persona con sobrepeso.
Una persona con sobrepeso u obesidad primero debe enfocarse en perder grasa mediante una dieta hipocalórica que genere déficit de calorías, favoreciendo la quema de grasa. Es ideal que realice entrenamientos intensos y ejercicio aeróbico para acelerar la pérdida de grasa.
Una persona delgada comenzará trabajando hipertrofia muscular y manteniendo un régimen hipercalórico de superávit moderado, mientras su cuerpo se adapta a realizar entrenamientos más intensos que le exijan cada vez más fuerza.
Si bien el realizar una actividad física regular siempre se recomienda como parte de una vida saludable por los múltiples beneficios que brinda al cuerpo y la mente, también contamos con la posibilidad de potenciar y maximizar los resultados, tanto del ejercicio como de una buena alimentación, con aparatología estética: electroestimulación y electromagnetismo.
La electroestimulación nos va a ayudar a dar tono al músculo, es decir: mediante impulsos eléctricos que imitan el potencial de acción que proviene del sistema nervioso central al músculo, este se contraerá de una manera similar a cuando se realiza ejercicio, por lo tanto, se estará creando volumen, fuerza y resistencia para dar tono al músculo. La electroestimulación tiene la ventaja de que logra estimular más fibras de un mismo músculo de las que el ejercicio puede, por lo que hace que el proceso de tonificación sea más rápido y eficiente.
El electromagnetismo de alta intensidad aplicado a la tonificación corporal trabaja de manera focalizada sobre un músculo mediante contracciones supramaximales, esto es, contracciones que no son posibles de realizar en condiciones normales de ejercitación, ya que hablamos del equivalente a unas veinte mil abdominales o sentadillas por sesión de 30 minutos, generando una demanda extrema de energía que desencadenará una reacción catabólica de liberación de ácidos grasos libres. Las contracciones que genera el electromagnetismo sobre el músculo son continuas, por lo que no hay tiempo de relajación, obligando al músculo a adaptarse. La liberación de ácidos grasos libres que favorecen el proceso de apoptosis de las células grasas, es decir, la célula grasa o adipocito, es destruida y la grasa es eliminada de manera natural por el cuerpo, por lo que se puede llegar a observar una reducción de grasa del 19% y un aumento de volumen muscular de entre 15% y 16%. Ambos resultados conducen a una tonificación muscular óptima, la cual, como mencionamos arriba, está compuesta por una fase de hipertrofia muscular y una fase de reducción de grasa.
El electromagnetismo focalizado de alta intensidad es, posiblemente, la tecnología más avanzada para realizar el proceso integral de tonificación corporal sin ser invasivo ni incómodo en exceso para el paciente, ya que sólo sentirá las molestias típicas del ejercicio, sin necesitar tiempo de recuperación.
Un estilo de vida sano que incluya la dieta adecuada y ejercicio regular, y la aplicación de un tratamiento fit, será la combinación ganadora que logrará un cuerpo sano, libre de exceso de grasa, fuerte, tonificado y estéticamente moldeado.