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Reduce El Riesgo: Calidad Del Aire En Spas

Aquí, en mi ciudad de Playa del Carmen, el coronavirus no se está propagando al mismo ritmo que en otras ciudades. Parece transmitirse a una velocidad mucho menor que en otras regiones, incluso con un clima y protocolos similares. Creo —y las recomendaciones e investigaciones actuales parecen respaldarme— que es debido a la cantidad de tiempo que pasamos al aire libre.

Los restaurantes, cafés y muchas tiendas en Playa del Carmen no están en espacios cerrados con aire acondicionado, sino al aire libre... Sí, significa que, a menudo, nos sentimos incómodamente acalorados durante los húmedos meses de verano; y cuando llueve, todos tenemos que reajustar nuestros asientos en restaurantes y cafés, pero eso quiere decir que no estamos respirando aire reciclado.

El nivel de contaminantes del aire en interiores, suele ser de 2 a 5 veces mayor que el aire que respiramos fuera; los Centros para el control y prevención de enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) también afirman que el interior es más riesgoso que el exterior, pues el espacio puede ser limitado y hay menos ventilación. Además de esto, un equipo de investigación indoalemán concluyó recientemente que el coronavirus se propaga más en interiores y con poca humedad. Una humedad relativa del 40 al 60 por ciento podría reducir la propagación de los virus y su absorción. 

Por lo tanto, como industria, ¿cómo podemos utilizar más espacios al aire libre y controlar los niveles de humedad, para garantizar que ofrecemos experiencias de spa seguras al reabrir nuestras instalaciones en México, el Caribe y América Latina engeneral?

1. De ser posible ofrece tratamientos al aire libre. Quizás en la playa, junto a la piscina, en un balcón, una terraza, azotea, patio o área de jardín; mientras tengas privacidad, una atmósfera tranquila y sombra para protegerse de la exposición al sol, todas estas opciones podrían ser viables.

2. Abre las ventanas y puertas de la sala de tratamiento: intenta permitir el mayor intercambio del aire interior con el aire exterior.

3. Considera el uso de sistemas de filtración y purificadores de aire para reducir cualquier contaminante aéreo, incluidos los virus.

4. Comprueba que las unidades o instalaciones de aire acondicionado tengan buen mantenimiento y limpieza: reemplaza los filtros cuando sea necesario. Asegúrate de no deshumidificar el aire por debajo del 40% de humedad relativa; invierte en higrómetros para cada espacio a fin de monitorear el nivel de humedad.

5. En ambientes secos, considera el uso de humidificadores para garantizar que se alcancen niveles óptimos de humedad. Una alternativa de bajo costo puede ser la de colocar cuencos de agua tibia alrededor del espacio: agrégales pétalos o flores para convertirlos en elementos decorativos y colócalos en las encimeras y debajo del reposacabezas de la cama de tratamiento. ¡Agrega un poco de aceite esencial para mejorar el ambiente y los beneficios a la salud!

6. Usa ventiladores o ventilación dentro de la habitación para dirigir el aire lejos del terapeuta y del huésped, hacia cualquier otro punto de intercambio de aire, tal como una ventana o una puerta abierta.