«La base de una piel sana siempre será la alimentación»
El cuerpo humano no es capaz de sintetizar vitaminas por sí mismo en las cantidades que necesita, razón por la cual nuestra piel también se ve directamente beneficiada o afectada por la ingesta y aplicación tópica de vitaminas, o por su ausencia, ya que ayudan en su cuidado y en una específica mejora.
Las vitaminas son compuestos esenciales en el correcto funcionamiento del metabolismo celular: para su desarrollo, crecimiento y regulación. Se dividen en hidrosolubles (solubles en agua) y liposolubles (solubles en grasas).
Las vitaminas hidrosolubles son las que el cuerpo tiene que usar inmediatamente. En el caso de la vitamina C, el cuerpo humano no tiene la capacidad de sintetizarla, por lo que es necesario obtenerla vía oral o tópica; esta vitamina es hidrosoluble, y se le reconoce porque se ha demostrado que, a nivel biológico, tiene efectos sistémicos. Su importancia se debe a que, además, es un catalizador en múltiples reacciones enzimáticas; como ejemplo: estimula la síntesis de varios tipos de colágeno, lo que favorece una mejor hidratación y cicatrización tisular. Existen dos formas biológicas de vitamina C: la forma reducida o ácido ascórbico y la forma oxidada, DHA (ácido dehidroascórbico). La mayor concentración de esta vitamina se localiza a nivel tisular, de ahí la importancia de su transporte.
Poderoso Oxigenante
En el medio ambiente hay especies reactivas de oxígeno: Al ser una moléculas oxidantes intervienen en la producción de energía y, sin embargo, generan también productos intermediarios reactivos o radicales libres (moléculas que originan destrucción en cadena, provocando en la piel, específicamente, el envejecimiento prematuro) y que, según su grado oxidante, son capaces de dañar a más moléculas biológicas, como las proteínas, lípidos y ácidos nucleicos.
El gran potencial de la vitamina C —de oxidación-reducción (redox)— tiene dos funciones principales, que son la de ser antioxidante y actuar como un cofactor de enzimas.
Sin embargo, es importante resaltar que la vitamina C cataliza, es decir que acelera reacciones enzimáticas como la hidroxilación postraslación de los residuos de lisina y prolina (aminoácidos), mismos que se incorporan en las diferentes proteínas que se encuentran en los tejidos de sostén, como el colágeno. Así que, además de proteger a la piel y al organismo del daño causado por los radicales, la vitamina C devuelve turgencia a los tejidos laxos que han sido alterados por el paso del tiempo o por agentes externos como el medioambiente y los malos hábitos.
Podemos encontrar la vitamina C en frutas y verduras como las naranjas, limones, papas, tomates, kiwis, guayabas, coliflor, brócoli, espinacas, fresas, pimientos rojos, etc., solo por mencionar algunas.
La vitamina C de forma tópica, es estable en solución acuosa; pero aun así, para conseguir su mayor efectividad, es fundamental una correcta formulación a altas concentraciones y con un pH bajo. Es el tratamiento ideal para combatir el fotoenvejecimiento, la hiperpigmentación y la flacidez.
La radiación solar constituye una de las causas de daño dérmico hidrolizando las fibras de colágeno; la aplicación de vitamina C de manera tópica al 5 % o 10 % incrementa los niveles de colágeno tipo I y III. Se emplea para tratar pieles que con la edad han perdido la cantidad de ácido ascórbico en determinadas áreas del cuerpo, específicamente en el área facial. Se ha demostrado que el uso tópico de vitamina C, a concentraciones del 5 % durante 6 meses, mejora significativamente la apariencia de la piel fotoenvejecida, además de aportarle luminosidad.
Cuando se aplica al 10 % durante 12 semanas asociada a un análogo lipídico como la vitamina E, trabajarán de manera conjunta en la prevención de la oxidación lipídica, mejorando el aspecto de las arrugas faciales y haciendo un efecto clínico que se puede relacionar con un incremento a nivel dérmico en las cantidades de colágeno.
Actualmente, gracias a la nanotecnología y otros vehículos, podemos asegurar un transporte de vitamina C más efectivo, protegiéndola de su inestabilidad y garantizando a nuestros clientes una piel más oxigenada, luminosa y turgente.