En México, al igual que en muchas otras regiones mesoamericanas, los rituales son una parte importante de la herencia ancestral dejada por las culturas prehispánicas: Mayas, Aztecas, Otomíes, Incas, etc.; tales culturas hacían uso de la herbolaria y otros elementos espirituales para curar el cuerpo y el alma. Las prácticas de chamanes, curanderos o médicos brujos, que han sobrevivido a través de los años, han permitido a los mexicanos —y los extranjeros que visitan México— sanarse, protegerse y conocer su destino a través de tradiciones ancestrales.
A menudo se cree que los rituales se realizaban en ceremonias especiales como las de los equinoccios; sin embargo, en realidad eran una práctica diaria, que tanto al alba como al atardecer eran horas ideales para llevarlas a cabo. Uno de los rituales más populares hoy en día son las limpias, usualmente realizadas por chamanes, quienes, de acuerdo a la cultura mexicana, son capaces de invocar espíritus mediante productos naturales —inciensos, hierbas, etc.—, para purificar la energía de la persona y brindar consejos en temas espirituales; para lograrlo, el chamán se ayuda de métodos de adivinación como son la lectura del cuerpo, de la mente y del espíritu.
También encontramos los temazcales, un ritual de renacimiento basado en las tradiciones mayas; ofrece un giro al tradicional baño de vapor; tiene fines curativos y religiosos; es para purificarse y así comenzar un nuevo ciclo, un renacer; su forma circular simula el vientre de la madre tierra.
Otros rituales que es posible encontrar en México son el ‘caldeo’, que consiste en aplicar remedios calientes sobre el cuerpo, usualmente plantas medicinales. El ritual de promesa de Santa Rosa: este incluye comer cannabis mientras se realizan cantos y danzas, con la finalidad de resolver conflictos sociales, médicos y emocionales. Además, el ‘sobado’, un tipo de masaje que ayuda a sanar el cuerpo física y espiritualmente.